Hace un mes y medio que volví de New York. Hasta ahora no vi una ciudad mas bonita tan grande y llena de posibilidades. If i can make it here i can make it anywhere, dijo una vez el sabio de Frank. Como me gustaría tener una especie de tele trasporte que me lleve cada vez que quiero escapar de mis problemas a esa mágica ciudad donde podes ser quien vos quieras y triunfar.
Extraño levantar la vista y encontrarme con unos edificios tan altos que por muy poco no llegan a tocar el sol. En cambio acá, lo mas cerca que se puede estar del cielo es viviendo en un edificio de unos veinte pisos. No quiero menospreciar una ciudad tan hermosa solo por su altura, pero siento que no puedo ser todo lo que podría llegar a ser si me quedo acá. Me estanco en un pueblo que solo brilla en verano cuando llegan los turistas y después se vuelve a dormir hasta la próxima temporada de calor.
Solo queda esperar, esperar que llegue el momento de irme...
Pero para ser de las personas que ven el vaso medio lleno en vez de vacio, el calor esta cada vez mas cerca y la cuidad de a poco se empieza a despertar.
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