domingo, 30 de marzo de 2014

No juzgar antes de intentar

Soy muy fan del lema que dice: “nunca corras un tren, colcetivo o un chico, otro va a aparecer si esperas.”
Qué pasa si no estoy corriendo a un chico sino que corro por él? Me explico mejor, hace 6 meses que estoy de novia con un chico que tiene una vida bastante atlética. No toma, casi no sale a los boliches, come sano y corre maratones.
Primero que nada, sin ánimos de ofender a nadie,  para mí correr maratones no puede ser considerado un deporte. El correr es un medio por el cual se realiza un deporte, por ejemplo rugby o hockey. No entiendo el hecho de correr por correr.
No soy exactamente lo que se puede llamar una chica “deportista”. Para ser sinceros hasta hoy no estaba segura si podía correr una cuadra. Eso es ahora, pero cuando era chica jugué  a un par de deportes, (básquet, hockey y handball para ser exactos) todos ellos implicaban correr pero con un objetivo en la mira, ya sea quitarle la pelota al oponente o llegar al arco para hacer un gol. Nunca vas a ver a Luciana Aymar corriendo alrededor de la cancha porque si, corre para precalentar o porque esta persiguiendo a alguien.
En fin hasta ahí llegan mis criticas sin sentido ni experiencia sobre el “arte de correr”. Hoy decidi probar esto que mi novio hace a diario y con tanta alegría. Quise probarlo por él, a mi no me llama para nada la atención pero quería tratar de entenderlo mejor. Asique saque mis zapatillas deportivas de su abandonada caja al fondo del armario, fui a la costa, puse música y empecé.
Lo primero que pensé fue “definitivamente esto no es un deporte, ni siquiera me estoy cansando” después me distraje viendo el mar, las olas y la hermosa costa marplatense. Al rato ya costándome mantener una respiración constante, empece a ver cuanta gente corria por la costa. Todos de distintas edades y distintos estilos de vida pero con una cosa en común. Me parecio interesante, si tanta gente lo hace debe ser por algo. Cuando terminaron las canciones bien arriba fue cuando me di cuenta que estaba por llegar al Torreon del Monje, había corrido dos kilómetros. Lo se, no es nada, pero estaba muerta. Ahí fue cuando por fin entendí que es realmente un deporte. Hay maratones de 42 km!
Cuando me di cuenta que es una cosa bastante cansadora y al mismo tiempo liberadora quise seguir un poco mas. Corri hasta el casino donde tuve que terminar mi trayecto por dos motivos: había demasiada gente y se me hacia tarde para volver a casa.
Definitivamente después de esta experiencia voy a empezar a correr mas seguido, por ahí salga a correr con mi novio que empezó a entrenar para correr en octubre su primera maratón de 42km.
Asique del lema que partí sobre no correr a un chico pase a correr por un chico y ahora simplemente quiero correr por correr. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario